¿Dónde encuentro a mi anestesista?
Madrid, 16 de octubre de 2024.- Hoy también se celebra el Día Mundial de la Anestesia, que cada año se centra en un aspecto diferente de los cuidados anestésicos para explicar el variado, diverso y crítico papel que desempeñan los anestesiólogos en el bienestar del paciente.
Como explica la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WFSA), este día conmemora el nacimiento de la anestesia el 16 de octubre de 1846, cuando los médicos del Hospital General de Massachusetts demostraron el uso del éter por primera vez en un paciente. Con ello cambiaron la cirugía para siempre, probando que era posible someter a los pacientes a una intervención quirúrgica sin el dolor que antes se asociaba a ella.
Este año, el bienestar de los trabajadores ha sido elegido como tema del Día Mundial de la Anestesia, en consonancia con el tema anual de la WFSA (concienciar sobre la importancia y el impacto del bienestar en el personal de anestesia y en los pacientes a los que atienden). Un tema que, como señala el Dr. Joaquín Otero (Servicio de Anestesiología y Reanimación Postoperatoria Hospital Universitario San Rafael), “nos recuerda que desde aquel 16 de octubre de 1846, en Boston, hemos mejorado mucho sin abandonar nunca la cabecera del paciente”.
¿Dónde encuentro a mi anestesista?
“En la consulta, optimizando su cuidado y seguridad incluso antes de empezar la cirugía; en el paritorio; en el departamento de rayos, de radioterapia; en la sala de hemodinámica; en la de endoscopias; en las habitaciones, tratando a los pacientes antes y después de las cirugías; en la reanimación postanestésica; en las UCIs; dando y recibiendo formación de colegas, a estudiantes de medicina, de enfermería...”, responde el Dr. Otero.
Por eso, “hoy tenemos que cuidar de nosotros, acompañando con amabilidad y liderazgo compasivo no sólo al paciente, sino también a nuestros compañeros”, añade este anestesiólogo. “Con la ayuda y el cuidado de todos hacia todos, nuestra plantilla de anestesistas podrá realizar mejor su trabajo y seguir dando una atención excelente. Y así podremos encontrarnos a nuestro anestesista también en el mar o en la montaña, con o sin familia, paseando o siendo paseado por el perro…”.